A través de una intensa campaña de acción psicológica basada en encuestas truchas o poco confiables de Management & Fit, Poliarquía y Giacobbe, se pretende instalar que Mauricio Macri, después de triunfar en la Convención de la UCR, estaría en condiciones de ganar en la primera vuelta.
El objetivo de la maniobra es conseguir que Sergio Massa baje su candidatura y deje que el electorado se lo repartan entre el gobierno y el PRO. La reacción en el comando del Frente Renovador sería anunciar que el primero de abril se lanzará la fórmula presidencial integrada por Massa y Roberto Lavagna, para desmentir definitivamente que el tigrense no se aleja de la carrera presidencial sino que dará pelea.
En el massismo se especula con que muchos intendentes del Frente para la Victoria esperarían el lanzamiento en cuestión para sumarse a esa fórmula. Hoy, como están las cosas, el Frente Renovador estaría ganándoles en la provincia de Buenos Aires por 15 puntos a Macri y Scioli.
No hay bajada
La campaña de acción psicológica referida está motorizada por buena parte del establishment económico y mediático, que van apostando a Macri presidente 2015. Claro que en estos ámbitos no cayeron bien las disparatadas declaraciones del jefe de gobierno porteño en el sentido de que levantará el cepo al dólar el 10 de diciembre apenas asuma.
Esto hizo que, consultados los economistas más prestigiosos coincidirían en que, si se toma esa medida, el primer día en el que el dólar flote en el mercado se podría cotizar en más de 30 pesos. Es que para ese entonces quedarán muy pocas reservas -cerca de 15.000 millones de dólares- que es el total de las utilidades que las grandes multinacionales no pudieron girar este año, más 6.000 millones de dólares de importaciones impagas.
Esto generaría una fuerte ansiedad por la moneda americana que sería imposible de satisfacer. En cambio Lavagna dice que el cepo se puede liberar en 100 días cuando menos. Pero saliendo del tema económico, las encuestas que se están publicando hacen acordar a la “gran López Murphy”, en alusión al ex ministro defensa y economía de Fernando de la Rúa que, pese a las extraordinarias encuestas que exhibía en la campaña del 2003, finalmente entró tercero cómodo.
En este caso sería todo lo contrario, porque el jefe de gobierno y sus encuestadores contratados necesitan que Massa se baje de su candidatura; así se produciría un enfrentamiento entre Macri y Scioli en el cual los del PRO están seguros de ganar.
Y los sciolistas también piensan que sólo le pueden ganar a Macri y no a Massa. Así las cosas, la campaña para que Massa se baje de la candidatura presidencial y le allane el camino a Macri está fracasando rotundamente.
Guillermo Cherashny
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