Marcela Durrieu lleva en la espalda el haber sido nombre propio por trascendencia personal. Ahora es “la suegra de Sergio Massa”. Sabe ese perfil y no reniega. Sostiene que es otra generación y que ahora su lugar es el de acompañar.
Durrieu es la esposa y compañera de la vida del histórico peronista, Fernando “Pato” Galmarini, funcionario en los gobiernos de Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Es médica sanitarista, fue Diputada Nacional y es coautora de la Ley del Cupo Femenino. “Es la primera que fue obispo y ahora quiere ser cura párroco”, dicen con sorpresa en el círculo massista. La suegra de Massa es la primera candidata a concejal del Frente Renovador en San Isidro y no se guarda nada.
La interna en sus pagos es particular. El massismo de paladar negro está enfrentado al intendente, Gustavo Posse, que antes que quedarse afuera metió a último momento una colectora que le suma votos a Massa. Durrieu se enfrentará en a las urnas a la tía de Posse, con promesas de ser una campaña cinematográfica. No va sola, la acompaña Federico Gelay, un historico empresario de San Isidro y Gonzalo Beccar Varela, ex figura de los Pumas, capitán del CASI durante una década y multiple campeón de la URBA.
Las reglas de la vida indican que uno nunca debe enfrentarse a su suegra, y menos si esta tiene historia peronista en sus antecedentes. Sergio Massa lo sabe mejor que nadie. Durrieu no duda al responder, no usa eufemismos y va de frente. Algo difícil de encontrar en la política argentina moderna. Dice lo que no lo gusta sin miramientos y apunta su mira telescópica al Gobierno Nacional. Presenta al partido del hombre de Tigre como "los anticuerpos del peronismo".
Habla en forma indirecta de su yerno como el futuro Presidente. La traiciona su inconsciente. Dice que Scioli le da lástima, que CFK perdió el rumbo y que el kirchnerismo ya sabe que va a perder las elecciones. Por si quedaban dudas, es aún más frontal: “No pueden hacer campaña con Boudou”.
-¿Qué significa esta elección?
-Es una elección muy especial. La ola Sergio Massa va a cambiar absolutamente la estructura política del país. Es un cambio muy importante pero además es la primera vez que existe la posibilidad de un cambio ordenado. De alguien que llega de un mismo signo y que no venga con la consigna de “todo está mal” porque este país ha vivido con altibajos que han sido, en gran parte, culpables de lo que nos sucede. Me parece que esta idea, aunque sea difícil de sostenerla cuando te cascotean desde los dos lados, hay que mantenerla con mucha firmeza. Hay que cosas que están bien, hay cosas que están mal y hay cosas que están bien pero están mal gestionadas.
-¿Qué siente cuando escucha el jingle “Massa es más de lo mismo” de De Narváez?
-Todos están haciendo campaña para Massa. Yo no haría un jingle para otro, aunque sea negativo. Después no sé, razonablemente, el Gobierno no puede hacer campaña con Amado Boudou o que le den obras a los municipios que no estén con Massa. Esas cosas no le caben a nadie.
-El Gobierno pretende que el massismo endurezca el discurso hacia un costado más opositor…
-No lo vamos a permitir. No vamos a contestar ninguna de esas cosas en ninguno de los niveles, sí queremos discutir, en todos los niveles, políticas públicas, diagnósticos, cosas a futuro. Caer en la misma postura del Gobierno Nacional de que todo es blanco o negro y todos son enemigos de todo el mundo es algo que no vamos hacer de ninguna manera.
-La oposición sostiene que no se puede estar en el medio pero… ¿Qué es el Frente Renovador?
-Son los anticuerpos de los que hablaba el General Perón, que decía que cuando el peronismo se desviaba aparecían los anticuerpos y una nueva propuesta. Independientemente de los méritos de Massa, el Frente Renovador surge por el agotamiento de un modelo que se ha ido vaciando de contenidos. Massa es un intento de avanzar con los mayores sectores posibles de la sociedad con una conducción peronista.
-¿Qué cree que estará haciendo el 10 de diciembre de 2015?
-Aplaudiendo a los candidatos del Frente Renovador en la Nación, en la Provincia y en el Municipio, cuando asuman en sus respectivos lugares y pensando cómo vamos hacer para mejorar las cosas.
-¿Le cree a Massa cuando dice que no piensa en ser Presidente?
-Cualquier dirigente político piensa en ser Presidente de la Nación y es razonable que así sea. Si estás convencido que vos tenés una propuesta superadora, razonablemente vas a querer llegar hasta el nivel más alto posible porque cuanto más poder tenés más posibilidades de transformar las cosas tenés. Yo creo que Sergio imagina que puede ser Presidente, de todas maneras no es el debate de ahora. Lo cierto es que sola la presencia de Sergio sacó de la cancha presidenciable a Macri, que no pudo armar listas en la provincia, a Scioli y a Cristina Kirchner. Es la realidad, esto es objetivo.
-Con el escenario que usted plantea... ¿Quiénes serán la oposición a Massa en 2015?
-No lo sé, porque por ahora no se ve nadie con posibilidades reales.
-¿Cómo es un domingo en la familia Massa Galmarini?
-Mi familia parece bien italiana porque nos juntamos todos y obviamente la política y el fútbol son contenidos inevitables. Yo me divierto con esto de la “suegra de Massa”. Yo fui diputada nacional antes de que Massa naciera. Hay una lectura que me enorgullece: formo parte de una familia donde hasta el gato participa de la vida política del país. A veces estamos más de acuerdo, a veces más en desacuerdo, pero para mí eso es un gran valor. Todos estamos interesados por mejorar la vida de los argentinos.
-¿Lo pudo domar al Pato Galmarini? (NdR: Fernando Galmarini, su esposo, fue senador provincial, secretario de Deportes de Menen y Ministro de Gobierno de Duhalde en la provincia, entre otros cargos).
-Es imposible. Es una causa perdida. Cada uno aporta su granito. Lo que importa es el compromiso.
-¿Cómo se vivió familiarmente el debate sobre si Massa debía ser candidato o no?
-En el sector de mi lado hemos apostado muchas veces. El llano no nos asusta.
-Fue Diputada nacional, es la suegra del principal candidato… ¿No hubiese querido estar en un lugar más protagónico?
-No. Soy de otra generación y uno no piensa la política en términos de cargos. Estuve básicamente dedicada al trabajo social. Este es un momento muy importante porque Sergio es un modelo diferente de manejar un municipio que hasta ahora parecía como una definición teórica. Esto se lo podemos demostrar al vecino de San Isidro. Cuando Sergio asume en Tigre tenía menos de la mitad del presupuesto de San Isidro y ahora está casi por encima. Un intendente tiene que ser un Jefe de Gobierno. Tigre multiplica su presupuesto porque gobierna con otra idea.
-Usted es oposición al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que armó una colectora para traccionarle votos a Massa… ¿Cómo se explica eso?
-El armó una colectora y va a sumar votos a Sergio Massa. Preguntale a él porque está con nosotros. Es de sentido común, si alguien quiere sumar votos para tu lista… ¿le vas a decir que no? Aún así yo no voy a parar de decir lo que pienso. Ellos se cuelgan de la ola. Perdieron hace rato toda identidad política. Fueron radicales K, cuando el Frente para la Victoria bajó, eran del Colorado De narvaez y siempre terminaban siendo la lista principal y esta vez es al revés.
-Es muy crítica con el manejo de fondos de la intendencia de San Isidro… ¿Usted cree que Posse es corrupto?
-Yo no lo puedo asegurar pero pregunto dónde va la plata porque en obras no se ve. A dónde están los recursos. Hay ineficiencia en la gestión.
-¿El Gobierno Nacional le tiene miedo a Massa?
-No sé si miedo. Están muy preocupados, tampoco me voy a confundir que son todo lo mismo, pero están seriamente preocupados. Están convencidos de que pierden.
-¿Qué opina cuando escucha las declaraciones de Scioli en las últimas semanas? Una suerte de kirchnerismo recargado…
-Todos sabemos que Scioli estuvo hasta último minuto tratando de acordar con Massa. Me da pena. Por un lado es cierto que es un rehén político y en ese sentido hay un culpable que es quien lo tiene de rehén que es el Gobierno Nacional. Está la voluntad política, sabiendo que vos tenés que tomar decisiones sabiendo que a veces te va ir bien, que a veces te va a ir mal sosteniendo lo que vos crees que debe ser. Esto forma parte de la ética más profunda de la política.
-¿Qué piensa de Cristina Kirchner?
-Cristina perdió el rumbo. Cuando digo que perdió el rumbo es que lo perdió, no sabe qué hacer, se le desmadró todo. Se fue corriendo a una cosa cada vez más sectaria, cada vez más de pequeños grupos. Hay que abrir la política a la participación ciudadana. Hay que convocar al debate. No hay una idea fuerza. No hay que enamorarse de cosas que son instrumentales y en eso incluyo a las variables económicas. Lo que está bien es lo que funciona, no es ideológico. Ni siquiera pueden sostener a esta altura las cosas virtuosas del modelo.
-¿Qué le parece Martín Insaurralde?
-No lo conozco. No puedo opinar. Debe ser buena persona.
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